Tordesillas y la reina Juana
Juana primera de Castilla, apodada
como Juana "la loca", pasó 46 años de su larga vida confinada en una
casona-carcel de Tordesillas, desde 1509 hasta su muerte el 12 de abril de
1555.
Mujer culta e inteligente donde las
haya, Juana fue maltrada por los hombres más importantes de su vida;
primero por su esposo Felipe "el Hermoso", después por su padre
Fernando "el Católico" (autor de su encierro), y finalmente por su
hijo Carlos V, continuador del cautiverio de su madre.
Todos ellos se escudaron y
utilizaron su posible enfermedad mental para arrebatarla el poder que por
derecho poseía. Juana fue reina de Castilla de 1504 a 1555, y reina de Aragón y
Navarra de 1516 a 1555, si bien no ejerció ninguna autoridad desde 1506.
Durante los largos años de encierro,
se dice que también fue ninguneada por las personas encargadas de su custodia,
principalmente por los marqueses de Denia, quienes en sus cartas se jactaban de
determinados comportamientos que así lo dejaban ver.
La reina Juana vivió acompañada de
su hija Catalina, quien sufrió el mismo trato que su madre, hasta que en 1525
salió del encierro para casarse con Juan III de Portugal.
Triste destino para la hija de
quienes fueron reyes del mundo, y llamada a convertirse en sucesora de ambos.
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