Bizcocho de yogur, riquísimo y muy fácil, para hacer con niños

En unos momentos en los que la alimentación está repleta de grasas saturada, aceite de palma, conservantes, colorantes, etc.... no cabe duda de que lo mejor es elaborar nuestra propia comida eligiendo la mejor materia prima.

El bizcocho de yogur es uno de los más fáciles de hacer, y además de los más ricos. Mi recomendación es implicar a los niños en su elaboración, se puede pasar una tarde estupenda cocinando con ellos. 

 INGREDIENTES

Lo más bonito de esta receta es que no hay medidas complicadas, todo se basa en el recipiente  que contiene el yogur:

1 yogur (puede ser natural o de sabores)

3 huevos

3 vasos (el del yogur) de harina

2 vasos de azúcar

1 sobre de levadura

1 vaso de aceite (si se quiere menos fuerte, que sea de girasol)

Mantequilla para engrasar el molde

Es tan fácil como mezclar todos los ingredientes y batir con la batidora. 

Si se quiere variar el bizcocho para que no sea siempre igual se pueden utilizar yogures de sabores, incorporar ralladura de limón o naranja, incluir frutos secos o pepitas de chocolate.

Un buen truco para que los frutos secos no se queden en el fondo del bizcocho es pasarlos por harina antes de incorporar a la masa.

Una vez quede la masa uniforme se añade al molde, que habremos engrasado con la mantequilla para que no se pegue el bizcocho al desmoldar. Mientras se han ido batiendo los ingredientes hemos podido precalentar el horno, así la cocción será más eficaz.

Y ya está todo, así de fácil, se mete la masa en el horno a 180º durante unos 40 minutos, vigilando de vez en cuando para que no se queme. 

Otro truco muy interesante para comprobar que el bizcocho está totalmente hecho por dentro es pincharle con una aguja gorda o un cuchillo fino, si estos salen totalmente línpios es porque se puede apagar el horno, si salen con restos de la masa es porque el bizcocho aún no está cuajado y habrá que dejarlo unos minutos más.